belleza americana. (Dios se me anda poniendo sarcástico)
venía yo del Experimental en un 604 con rumbo a mi casa el sábado a eso de las 6:30 pm. y estaba en un alto en Niños Ebrios antes de cruzar Federalismo, y casi no había carros, y el clima estaba rico y la luz estaba tan bonita! y había un cielo azul plúmbago y unas nubes rositas y esponjositas y, lo más importante, los químicos en mi cerebreo estaban otra vez desvalanceados.
el caso es que entré a uno de esos estados de felicidad eufórica-estúpida y empecé apensar: "qué bonito clima! qué bonito cielo!, qué bonita cuidad (después de todo)!, qué bonito todo!, ¿por qué no traigo una cámara fotográfica?"
y en eso empezó a volar en círculos una bolsa de Gigante. en serio, se puso a volar el círculos ahí en pleno federalismo y niños ebrios.
¿era un chiste? Dios se me puso sarcástico.
1 Comments:
Sí, qué belleza mexicana, la verdad.
Un gran número de momentos fabulosos de la vida estás solito. Aunque quisieras compartirlo con alguien, no se puede, porque precisamente tu soledad es lo que hace a esos momentos fabulosos.
Es por eso que desde hace algún tiempo el hemisferio derecho de mi cerebro anda con el izquierdo. Es un romance idílico, lleno de momentos fabulosos. Y si se chocan mutuamente mis hemisferios, se van con su amante, el sueño inconciente.
Uy, qué cursi mi comentario.
A ver si no lo borro en un ratito.
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